Cuando casos como el de la Casa Blanca, Bartlett, Bejarano y la liberación de Elba Esther Gordillo suceden, no logró dimensionar el grado de idiotas que nos considera la clase política. 

Porque para que esto suceda, definitivamente nos están viendo como una sociedad imbécil que se puede tragar eso y más.

Y no tiene que ver con partidos y colores. Hablo de la clase política como un ente que se ha aprovechado de la corta memoria de los mexicanos. 

Si Elba Esther Gordillo fue encarcelada por lavado de dinero y delincuencia organizada y cinco años y medio después es absuelta, quiere decir que la PGR hizo mal su trabajo.

¿Qué podríamos esperar entonces con el dictamen de los 43 normalistas de Ayotzinapan?

Si Elba Esther Gordillo fue encarcelada por los delitos antes descritos y siendo culpable hoy es exonerada, quiere decir que se trata de un cálculo meramente político. 

¿Qué podríamos esperar entonces de aquellos ciudadanos que no somos amigos íntimos del presidente municipal en turno o del gobernador, o del diputado o del político de quinta? 

Si la maestra fue encarcelada injustamente y es liberada, quiere decir que el sistema de justicia fracasó al permitir un encarcelamiento político; si la maestra fue encarcelada con razón y es exonerada, quiere decir que el país -igual- está imnmerso en una coyuntural tragedia. 

Cualquiera que sea el escenario nos muestra que la corrupción se ha apoderado de las entrañas, incluso de aquellos que llegaron como mesías a  redimirnos de este cáncer social. 

No puede tratarse de una casualidad ni de una circunstancia ajena cuando la liberación de la ex líder magisterial (pero con un poder político aún vigente) es liberada sorpresivamente en la madrugada (horario donde solo los delincuentes cometen sus más cLculadoras fechorías), exactamente el mismo día que Andrés Manuel López Obrador recibe su constancia de mayoría que lo acredita como Presidente Electo de la Nación. 

Y si se trató de un acto circunstancial, quiere decir que alguien le ha hecho una mala jugada. 

“Haiga sido como haiga sido” me parece insultante que la clase política crea que sigue tratando con un pueblo imbécil. 

A ellos -la clase política- les digo: la sociedad está cambiando y la cuarta transformación no necesariamente la enarbola un peje que no es lagarto.  

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Por cierto que estos hechos -la liberación de la maestra y la constancia de mayoría a AMLO-, repercuten directamente en la vida política de Puebla, especialmente a favor de morenovalismo. 

La liberación de la ex lideresa del SNTE beneficia a muchos actores de la política local, entre ellos Cirilo Salas (actualmente diputado local y ex líder de la sección 51 de dicho sindicato) y al ex gobernador Rafael Moreno Valle, a quien hay que reconocerle su lealtad de amigos. 

No creo ni por poco que exista un pacto entre el Presidente electo y el próximo senador de la República con amplias posibilidades de convertirse en el líder de los panistas en la cámara alta o dirigente nacional del albiazul.

La otra beneficiada se llama Martha Erika Alonso.

López Obrador no metería las manos al fuego por Luis Miguel Barbosa, quien tiempo atrás escupió contra quien hoy se convirtió en su jefe político.

La lucha jurídica de Barbosa ha fracasado y la constancia de mayoría lo ha anunciado, aunque en silencio. 

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Les recomiendo no dejen de ver cada miércoles a las 21:45 horas la mesa de debate que se transmite por Televisa Puebla. 

Durante el proceso electoral este espacio de discusión lo protagonizaron Erick Becerra, director editorial del periódico Síntesis ; Arturo Luna, un profesional del periodismo político; Fernando Alberto Crisanto, un experimentado conocedor de la política poblana; y Jorge Rodríguez, quien me bateó por primera vez cuando quien esto escribe buscaba adentrarse al oficio de la comunicación (ya les contaré a detalle en otro espacio; hizo bien).

Pero a partir de la segunda temporada, se incorporó entre otros, Mariloli Pellón, quien con el paso del tiempo se ha ganado mi admiración y respeto, como jefa y como profesional del periodismo. 

Ver la mesa de debate no tiene desperdicio, ya sea a través del 4.1 o en la post-repetición de Facebook. 

Están los que deben estar, sin poses ni choros inútiles. 

@AlbertoRuedaE