El dirigente estatal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier Casique Zárate, parece que no se ha dado cuenta que hace muchos años dejaron de ser “el partidazo” y ahora no están en posición de ponerse “divos”.
El recién desempacado diputado local-durante las sesiones-deambula por el Pleno del Congreso platicando con algunos de sus nuevos compañeros legisladores y presumiendo su “charola”.
Pero cuando se trata de solicitar una entrevista para conocer alguna postura de su bancada sobre los temas a discutir en el Poder Legislativo parece que es un asunto que no le interesa en lo más mínimo.
Resulta que el flamante legislador de la “súper bancada”-de cuatro diputados-prefiere dar vueltas y esconderse para no atender a los representantes de los medios de comunicación que cubren la fuente política.
Parece que Casique Zárate no se ha dado cuenta que cada vez son menos los espacios que tendrá para expresar su opinión o postura partidista y que si no los aprovecha se convertirá en “un fantasma en el Congreso”.