Dentro de todas las responsabilidades que lleva en su cargo un director general de una empresa además de dirigir el rumbo, contar con una estrategia y ser precursor de una cultura colaborativa, es reportar al consejo de administración el crecimiento de la empresa y no solamente en ventas, también en rendimientos, en utilidades para los socios, o inversionistas.

Para esto el director general que es el líder de llevar la ejecución de la estrategia para generar patrimonio.

Sin importar el giro o tamaño de la empresa el director es el responsable de reportar a los socios el rendimiento de su inversión, para esto la estrategia del director en este sentido debe de ser de acciones de alto impacto, para asegurar  el mínimo riesgo, lleve la continuidad de la empresa, que no exista dependencias terminales; Como tener todas o la mayoría de las ventas en pocos clientes o lo peor en un solo cliente; otro riesgo también es dependencia de un solo proveedor, o solo contar con una línea de crédito de un solo banco.

Cuando platico con  empresarios  los cuestiono: ¿Cómo cerraron el año?, la mayoría,  su respuesta está en complicidad con la situación política de esta nueva transición de gobierno federal, escudándose en esta frase: “Para como están las cosas, Salí tablas”

No Sra. y Sr. Empresario, dejemos a un lado el apego a la sobrevivencia, no caigamos en autocomplacencias.

El objetivo de un empresario y  de un director general,  muchas veces  quien es también fundador es: generar riqueza.

Muchas veces se nos olvida este tema, solo trabajamos todo el año para cubrir las necesidades económicas que nos exigen la operación  misma de la empresa.

¡Es hacer más de lo mismo!

No podemos permitirnos seguir siendo operadores, tenemos que convertirnos en estrategas.

“Siempre hay una mejor estrategia de la que tienes, simplemente no la has pensado todavía”

Brian Pitman.