Casi 29 millones de personas tuvieron acceso a dos vocablos que fueron citados en redes sociales el 14 de junio, 48 horas después de que el Congreso del Estado aprobó la iniciativa que sanciona con pena carcelaria a violentadores que se esconden detrás de cuentas apócrifas.
Se trató de Armenta, el primer apellido del gobernador de Puebla, y el segundo tópico, #LeyCensura, la etiqueta que curiosamente encajaba en la narrativa de un grupo de usuarios sin rostro ni apellido para debilitar a un gobierno que ha enfrentado a grupos de interés, coludidos con adversarios del pasado.
Es el resultado de la construcción de una estructura digital que requirió inversión de capital, conocimiento de la lógica con la que se alimentan ese tipo de plataformas en el ecosistema para satisfacer apetitos de personajes hasta ahora sin rostro, nombre ni apellido.
Las huellas de la estrategia fueron encontradas por una firma empresarial integrada por un grupo de consultores en materia de comunicación política y la esfera digital que pidió la reserva de la identidad por la naturaleza del trabajo que se ofrece a quienes forman parte del portafolio de clientes y que en exclusiva fue publicada en el sitio exilio.mx.
En un análisis comparado, la cuenta de X que esconde claros intereses locales llamada “la aldea poblana” y un conjunto de reporteros dominados mas por el ego que por la zagacidad reporteril, son verdaderos niños de pecho.
Y es que al tiempo de que la estrategia de desacreditación tiene estertores en redes sociales, José Roberto Avilés Vázquez, conocido como @callodehacha decidió inyectar dinero a una pauta en X con un comentario editorial que al momento de escribir esta entrega tenía más de 80 mil visualizaciones.
Es altamente probable que @callodehacha haya decidido obedecer a un impulso personal para colocar en la conversación en redes, desde un punto de vista subjetivo, la reforma al Código Penal en Puebla, sin embargo, terminó por acompañar un plan preconcebido con fines claramente políticos.
Sugenrente, el título de ese clip era “Arnenta censura al pueblo” y como ocurre con la mayoría de los llamados influencers hace acusaciones y afirmaciones sin ningún elemento de prueba y sin rigor peridístico en un campo en el que la especulación, como el estereotipo, son ley.
No sólo sorprende el alcance que la estrateia desplegada la semana pasada alcanzó en el ecosistema digital, sino sus orígenes en España y Argentina entre otros, a través de granjas botz y cuentas de X automatizadas que generaron tendencias en redes sociales, especialmente a través de X.
De acuerco con este estudio técnico, las IP fueron ubicadas en IP extranjeras, principalmente en España con 12.9 mil ubicaciones; Argentina con 12.5 mil; Estados Unidos con 911 sitios; Bélgica con 366 y Países Bajos con 320.
Por la naturaleza de quienes utilizan redes sociales el nombre de Alejandro Armenta fue visto por 20 millones de cuentas y #LeyCensura por casi 9 millones y quienes alcanzaron a distinguir ambos vocablos, se centraron en la red social X con casi 95 por ciento y en una cifra muy menor se distribuyó en un sitio web, Facebook, YouTube e Instagram.
El periodo de linchamiento que vive el goberndor en Puebla y el Congreso local solo es comparable cuando desde que en marzo de 2024, previo a la definición de la candidatura al gobierno de Puebla los adversarios del gobernador Armenta alimentaron una estrategia similar con el propósito de descarrilamiento con una etqueta que aún está en el imaginario: El Audi del bienestar.