Lorenzo Rivera Sosa presentó su renuncia a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Argumentó que su intención es abonar a la “imparcialidad” en el proceso de renovación del Comité Directivo Estatal (CDE) y abrió la posibilidad de competir por el cargo.
Señaló que asumió esta responsabilidad en un escenario complejo y con el reto de fortalecer al PRI en Puebla y lograr la unidad de los liderazgos así como la militancia después de haber perdido la elección de gobernador 2018.
Subrayó que los comicios intermedios de 2021 pondrán a prueba al Revolucionario Institucional por lo que se requiere de la suma de los priísta y para lograrlo se requiere dar paso a un proceso interno, apegado a la objetividad, que renovará al CDE.
“Este fue el principal reto y logramos dar pasos firmes para dejar atrás la división, la cerrazón, la apatía y la soberbia, dando paso a la unidad, a la corresponsabilidad, la apertura y la lealtad”.
Rivera Sosa refrendó su lealtad y compromiso con el PRI, en el que ha militado los últimos 40 años, y anunció que esperará a conocer la convocatoria y reglas del proceso interno para informar sobre su interés de participar.