Es inminente que Puebla vivirá una fuerte batalla política para definir de nueva cuenta al gobernador del estado, tras el fallecimiento de la mandataria poblana, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Los  principales actores políticos no entienden que Puebla vive una polarización innecesaria, al grado que se perfila un abstencionismo al momento de elegir al nuevo gobernador. 

En esa batalla política, saldrán embarrados los consejeros del Instituto Electoral del Estado que está a cargo de su presidente, Jacinto Herrera Serrallonga.

¿Por qué digo que saldrán embarrados?

Morena no confían en los consejeros del Instituto Electoral del Estado, al grado que no quitarán el dedo del renglón para que el INE organice las nuevas votaciones.

También hay que decirlo, existen consejeros que son buenos en su papel, pero como dicen por ahí: justos pagan por pecadores, que lamentablemente tienen que cargar con errores que no cometieron.

Esos errores provocan que el organismo electoral tenga un fuerte problema de credibilidad ante los poblanos, pues en una cantidad minoritaria o mayoritaria, existe el fantasma de que fueron cómplices de un presunto fraude electoral vivido el año pasado.

Tan complicado es el escenario del organismo electoral, que a casi un mes del fallecimiento de Alonso Hidalgo, solo un integrante del mismo, es decir, Luz Alejandra Gutiérrez Jaramillo, ha defendido la posibilidad de que el IEE organice las nuevas votaciones.

Yo solo preguntaría ¿Dónde está Jacinto Herrera Serrallonga para fijar un posicionamiento ante el papel que deberá jugar el instituto?

El Instituto Electoral del Estado se encuentra en un bache de confianza, que siguen sin emitir el supuesto informe que serviría para defenderse de la supuesta violación a la cadena de custodia que se vivió el año pasado.

Como olvidar la ponencia del magistrado federal, José Luis Vargas, quien destrozó a los consejeros por no garantizar la cadena de custodia para evitar un fraude.

Seguramente el organismo espera la convocatoria para las nuevas elecciones y con ello fijar su opinión sobre el particular. 

Pero en lo personal, no se requiere de convocatorias para decir algo que por automático y que en teoría deben garantizar, sobre que habrá imparcialidad en los nuevos comicios de este año.

Hasta aquí mi reporte.

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 LA FRASE

“Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza”.

Juvenal