El día a día de todo empresario implica la operación en general; proveedores, clientes, negociaciones, temas de desarrollo humano, capacitación permanente, análisis constante de competidores, tendencias, viajes, etc. El tiempo que queda en la agenda normalmente es dedicado a pasar tiempo en casa, con la familia y amigos.

¿Qué pasa con el tiempo que dedicamos para desconectar la mente del ámbito empresarial?

Si lo piensan, no es algo tan difícil, simplemente es cuestión de poner pausa a nuestros pensamientos y dejar afuera las preocupaciones.

Estar solo con uno mismo, debe ser un hábito en paralelo para realizar actividades como caminar, andar en bicicleta, viajar en moto, admirar la naturaleza, disfrutar de un atardecer,  tirarte al pasto, ver el cielo, las nubes, escuchar a los pájaros y al viento.  Sencillamente es desconectarnos de toda actividad laboral, enfocarnos en que sea una actividad recreativa para el cuerpo y sobre todo para la mente, el objetivo es “Vivir un espacio de recreación”

Algunos beneficios de construir este buen hábito son:

·         Recargas baterías

·         Sientes más creatividad

·         Es más fácil tomar decisiones objetivas

·         Eres más asertivo y con más enfoque

·         Ser más estratega

·         Vivir con pasión

·         Disfrutar de ti mismo

Conociéndote más, será más fácil reaccionar ante la adversidad.

El placer de estar con uno mismo, te dará la libertad de romper creencias y vencer miedos, así que no lo pienses más y ¡Atrévete a conocerte y a disfrutar de ti mismo!

Sr. Y Sra. empresario, les comparto la siguiente frase y los invito a participar y a que nos retroalimenten con la forma en la que disfrutan de sí mismos

Aunque nadie cambie, si yo cambio, todo cambia.

Marcel Proust