A veces una imagen vale más que mil palabras.
Mientras en Puebla el PAN sigue tratando de ocultar fracturas con el equipo del candidato presidencial, Ricardo Anaya, ya hubo una candidata que puso su granito de arena para lograrlo.
Este domingo en el municipio de Cuetzalan del Progreso, la candidata al senado de la República, Nadia Navarro Acevedo, arrancó tremendas sonrisas a Anaya.
Mientras la candidata del PAN al gobierno del estado, Martha Erika Alonso, repetía el mismo discurso de las últimas semanas, al fondo en el templete el candidato presidencial estaba atento, por un lado, al bastón de mando que le entregaron indígenas de la comunidad y, por el otro, se secreteaba con Navarro.
Tan buena debió estar la plática que al menos unas tres veces la poblana le arrancó tremenda sonrisa al ex líder nacional del PAN. Hasta me atrevo a decir que el chico maravilla se sonrojaba con los comentarios.
O tal vez, el discurso está tan gastado y tan aprendido porque mientras seguía la misma oradora, Ricardo Anaya sacó su celular para grabar un video para sus redes sociales.
Lo cierto es que la supuesta unidad en el PAN sigue siendo mero discurso. Así lo dijo Anaya en el mitin de Martha Erika de este domingo pero minutos más tarde cuando tratamos de entrevístalo simplemente enmudeció al escuchar que los medios locales están interesados en saber si realmente está molesto con el nulo apoyo que ha tenido su campaña en Puebla.
No dijo más. Comenzaron los empujones de los guaruras contra niños, mujeres, adultos mayores, y Anaya aceleró el paso hasta llegar al auto que lo esperaba a unos treinta metros de distancia.
Qué rara se ve esta unidad cuando la candidata del PAN también salió por su parte. En lo único que estuvieron de acuerdo es que para este largo viaje a la sierra del estado ninguno de los dos ofrecería entrevistas.