El rábano se encuentra muy presente en la dieta de los mexicanos, pues es uno de los ingredientes del delicioso pozole y de las ensaladas, pero no sólo es importante como alimento, también tiene un gran valor artístico para los habitantes de Oaxaca que tienen una gran celebración donde el rábano es la estrella.

La “noche de los rábanos”  es una fiesta que se celebra cada 23 de diciembre en la bella ciudad de Oaxaca de Juárez en donde horticultores y artesanos del estado presentan figuras hechas con esta hortaliza.

Los orígenes de esta celebración se dieron desde la época colonial, cuando los productores oaxaqueños, en épocas decembrinas, adornaban sus puestos de hortalizas para atraer clientes, y fue hasta 1897 cuando el presidente municipal decidió hacer un concurso de figuras hechas con rábanos para fomentar el trabajo de los horticultores del estado, dando inicio a esta tradición.

La celebración comienza con la cosecha del rábano, que se cultiva desde meses antes con la finalidad de que alcancen grandes tamaños y puedan ser tallados y crear magníficas obras de arte, mismas que se exhiben a todos los visitantantes para demostrar el talento de los horticultores y artesanos de Oaxaca.

Con este tipo de celebraciones podemos darnos cuenta de la importancia que tienen los productos agroalimentarios en nuestra cultura, tanto así que pueden volverse un ícono de algunas regiones o estados de nuestro país.