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Desde hace 27 años, el 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Televisión y es innegable la relevancia de este medio en constante evolución y reinvención, desde la televisión a blanco y negro, hasta la TV digital.
Los hábitos de exposición a la televisión se ven directamente afectados por el entorno, ya sea por cuestiones tecnológicas como el apagón analógico y la proliferación de medios y plataformas, hasta por eventos de carácter social como el Covid-19 en 2020. Por ejemplo, la pandemia trajo consigo cambios en los hábitos de las personas, así como en su forma de interactuar con otros y, desde luego, en su forma de entretenerse,consumir medios y contenidos. De acuerdo con información de Nielsen IBOPE, que mide a las audiencias televisivas en las 28 principales ciudades del país, durante el periodo de contingencia en 2020 (semanas 11 a la 23), la audiencia de la televisión creció 12% al compararla con el periodo anterior. Este comportamiento se explica por el incremento en la cantidad de personas alcanzadas por este medio (2%), así como el aumento en el tiempo que le dedicaron (10%).
Si bien, el consumo de televisión ha regresado a la tendencia observada previo a la pandemia, es un hecho que se mantiene en las preferencias de las audiencias. Según la compañía de medición, la TV alcanzó diariamente, en promedio, a 64% (36.9 millones) de las personas consideradas dentro del alcance del estudio durante el primer semestre de 2023 y la vieron, en promedio, 5 horas con 43 minutos al día, lo que significa 3.5% más que en el mismo periodo de 2022. Las personas de 45 años en adelante son las que más tiempo ven la TV al día, con 6 horas y 26 minutos en promedio durante el primer semestre de 2023.
