No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla para el debate entre quienes buscan tomar decisiones en Puebla por los siguientes 6 años.

Este ejercicio, más allá de exponer propuestas, sirvió para sacar los trapitos al sol.

Hay que decirlo, en el debate hubo ganador, perdedor y cómplice.

¿Pero quién es quién en este debate?

¡Sencillo!

Alejandro Armenta por Morena y partidos aliados, mostró cordura durante el debate, jamás se enganchó en los ataques de sus adversarios Eduardo Rivera Pérez y Fernando Morales Martínez.

Supo jugar sus cartas y cuando tenía que atacar lo hizo.

Fernando Morales Martínez jugó el papel del cómplice, sabe que no ganará el 2 de junio y sabe que necesita garantizar su sobrevivencia política.

Incluso, hay que reconocerlo, mientras lanzó petardos a Rivera Pérez, a Alejandro Armenta Mier, solo le aventó una que otra piedra para no descalabrarlo.

Reitero, es su forma de garantizar sobrevivencia política, incluso, la de hacer negocios con la siguiente administración.

Y el perdedor, nada más y nada menos, fue el panista Eduardo Rivera Pérez.

Debo ser honesto, en un primer escenario, Eduardo Rivera jugaba bien sus cartas en el debate.

Habló de lo que era de esperarse, el marinismo y Alejandro Armenta Mier.

Habló de El Grillo y los supuestos vínculos con el abanderado de Morena.

Habló del desfalco millonario de 600 millones de pesos.

Pero donde perdió los estribos, fue en el caso de Tania N.

Si bien Armenta Mier vinculó primero a Eduardo Rivera con Tania N, este último no debió abusar de su jugada política para deslindarse de ella.

¿A qué me refiero?

Eduardo Rivera también dijo que Tania N, diputada suplente del PRI, fue afiliada por Alejandro Armenta Mier.

Hasta ahí todo iba bien, pero no era necesario mencionar, mediante una fotografía, que Tania N, tenía vínculos con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Eso sí, fue un golpe bajo, porque el mandatario poblano respaldó en su momento la gestión municipal de Eduardo Rivera Pérez y él, decidió atacarlo por la espalda con el tema de la priista.

Otra cosa que debemos platicar y que no podemos pasar por alto, fue que Alejandro Armenta y Eduardo Rivera, incurrieron de manera tentativa, en una violencia política de género, al colgarse del caso de Tania N, quien apenas fue vinculada a proceso penal por diversos delitos.

¿Coinciden conmigo sobre quién fue el ganador, el perdedor y el cómplice durante este debate?

Hasta aquí mi reporte.

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