La era de Trump ya es una realidad, a unos días de su llegada al poder la posibilidad de una reforma fiscal es próxima para los Estados Unidos, la cual generaría crecimiento y preservación de los empleos manufactureros, debido a la propuesta de reducir la carga impositiva individual y empresarial.

De acuerdo con Germán Reyna y Herrero, Socio Director de ARH Consultores, México, por el contrario es muestra de una mala política fiscal aplicada, sólo basta considerar la Resolución Miscelánea 2017, la cual apenas incluyó incentivos para la compra de vehículos eléctricos y deducciones por contratar servicios de psicología y de nutrición.

“No es de sorprendernos que el país pierda mientras nuestro país vecino del norte gane, pues no existen estímulos fiscales que permitan a las empresas realmente beneficios para su desarrollo y menos aún que seamos atractivos para inversiones extranjeras”, comenta el también miembro de la Cámara Mexicana de Empresas de Consultoría.

Y la situación se agrava, si se consideran los abusos por parte de la autoridad y un panorama que más que fiscalizador, podría llamarse “aterrorizador” por “eficiencia”  la de las innovaciones tecnológicas que el Sistema de Administración Tributario ha implantado,  para impulsar en un 11 por ciento a la meta recaudatoria planteada en la Ley de Ingresos de la Federación 2016.

Para reforzar lo mencionado, Reyna Y Herrero refiere que las cifras “nos podrán convencer”. De acuerdo a la institución, más de 600 mil declaraciones fueron enviadas a través de la precarga de ingresos y gastos, lo que permitió alcanzar una cifra récord de 6.8 millones de declaraciones anuales, de las cuales cerca del 6 por ciento provienen de personas físicas.

Otra figura consolidada en este panorama tecnológico-fiscalizador fue la factura electrónica, ya que el SAT reporta la emisión de 192 facturas por segundo, e igualmente, cerca de 2 millones de contribuyentes hacen uso del Buzón Tributario, de los cuales cerca del 10 por ciento (196 mil) ya han enviado su Contabilidad Electrónica.

También el avance de la Firma Electrónica, en opinión del fiscalista es contundente. Actualmente 10.1 millones de contribuyentes cuentan con firma electrónica, de los cuales 80 por ciento son personas físicas.

Si bien el SAT considera que con estas innovaciones tecnológicas, los contribuyentes tienen a su alcance herramientas que les permiten cumplir con sus obligaciones en forma gratuita, la realidad es que se ha hecho un “muy buen trabajo” para generar un ecosistema fiscalizador que deja atrapado a todos los contribuyentes cautivos.

De esta forma, “nuestro país se está consolidando como la antítesis de la fiscalización de Estados Unidos, en donde las empresas antes que encontrar oportunidades, encontrarán imposiciones tributarias”, concluye el socio director de ARH Consultores.