Ofrecer espacios habitables que cuenten con un mínimo de 70 y 80 metros cuadrados, propuso el arquitecto chileno Alejandro Aravena durante su participación en la Ciudad de las Ideas 2017 donde expuso que construir espacios públicos como escuelas, hospitales, edificios de la policía y bomberos, entre otros, deben ser hechos con soportes aislados que permitan mantener la construcción en pie al segundo inmediato de haber concluido un sismo. 

El ganador en 2016 del Premio Pritzker, el principal reconocimiento de arquitectura en el mundo, participó en el segundo día de actividades de este Festival de las Mentes Brillantes que se desarrolla en Puebla, del 17 al 19 de noviembre.

En su ponencia  “Cómo construir y reconstruir cuando la tierra tiembla”, compartió su experiencia en la reconstrucción de la ciudad Constitución en Chile, tras el temblor de 8.8 grados que duró tres minutos el 27 de febrero de 2010.

La reconstrucción tras una catástrofe no necesita "caridad sino calidad profesional" para dirigir los recursos a las necesidades de corto y largo plazo, dijo Aravena, quien hizo referencia a los recientes sucesos sísmicos ocurridos en México.

 Señalo que nuestro país puede revertir errores y garantizar espacios seguros tras los sismos de septiembre 7 y 19. Destacó que para que las víctimas de los terremotos en México no sean "muertes en vano", las autoridades y la sociedad deben tomar la lección y hacer una reconstrucción con vistas al futuro y a posibles movimientos telúricos.

La clave de la reconstrucción está en la creación de un sistema abierto que permita resolver las necesidades básicas en un primer momento pero con vistas al futuro. "No tiene ningún sentido volver a reponer aquello que falló si no haces en este momento el salto de transferencia tecnológica".

 Tras dar su punto de vista sobre los recursos que las autoridades y privados han destinado a la reconstrucción el especialista citó que nunca habrá dinero suficiente para atender una contingencia, sugirió que en primera instancia se debe mantener la paz social, por ello, su recomendación es que en un albergue no permanezcan más de 25 familias.

Después de los sismos del 7 y 19 de septiembre registrados en México, comentó que su participación en las labores de reconstrucción se está dando a través de iniciativa priva y fundaciones, quienes se acercaron a él para pedir asesoría técnica para la  reconstrucción. 

Agregó que, aun cuando suene como una frase trivial, las crisis en realidad son oportunidades para crecer, para cambiar, para hacer y dejar las cosas mejor de lo que se encuentran.

Al cierre de las actividades los asistentes y organizadores de la Ciudad de las Ideas rindieron un homenaje a diferentes cuerpos de bomberos, policías, rescatistas, voluntarios, policías y los binomios caninos que participaron en las labores de rescate tras los sismos registrados en México los días 7 y 19 de septiembre pasado.

Los asistentes se pusieron de pie y recibieron a los “héroes anónimos”, a quienes brindaron aplausos por varios minutos para después entonar en conjunto el Himno Nacional.