Todavía no cumple un mes en la presidencia municipal de San Martín Texmelucan y el edil sustituto, Froylán Barragán Luna, se siente Dios en el Poder.

De entrada, debe recordar que no es un alcalde legitimado por los texmeluquenses, sino por una decisión del Congreso del Estado.

Por otro lado, no debe olvidar que su mini gestión como presidente municipal de San Martín Texmelucan termina en septiembre próximo.

Así que el poco poder que siente tener, debería ocuparlo para administrar bien la región y no para lanzar promesas que difícilmente cumplirá.

Por qué les platico lo anterior.

Pues resulta que el alcalde sustituto llegó con la espada desenvainada al ayuntamiento.

Me cuentan que prometió una limpia de algunos trabajadores en próximas fechas, situación que preocupa al personal que depende de ese ingreso para el sustento de sus familias.   

Y quienes no serán despedidos, les asegura que serán ascendidos de puesto y con un mejor salario al que tenían con el edil con licencia, Rafael Núñez Ramírez.

No sé qué piensen ustedes, pero el municipio no está para juegos en estos momentos y en lugar de que el alcalde, prometa cosas que difícilmente cumplirá, mejor debería centrar sus baterías en mantener la seguridad.

Pareciera que se le olvidó el primer hecho delictivo ocurrido a unas horas que tomó protesta como edil sustituto. 

En caso de que no recuerde, aquí lo contamos.

Pues resulta que el 9 de junio rindió protesta para el cargo; minutos después tuvo su primer tropiezo ante los medios de comunicación a quienes nunca les quiso declarar, demostrando que primero necesitaba permiso para hablar con los reporteros.

Horas después tuvo un problema mayor que aún no se sabe cómo enfrentó: La aparecieron tres cuerpos ejecutados, entre ellos un menor de edad.

Vuelvo a insistir.

Qué es más importante ¿Prometer ascensos o mantener la seguridad del municipio?

Conste que es una simple pregunta.

Hasta aquí mi reporte.

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LA FRASE

“Todos quieren ser amos y ninguno el dueño de sí mismo”.

Ugo Foscolo