La elección del 1 de julio marcará el destino del país, de nuestro estado y de nuestra ciudad.

Nos un tema sencillo saber elegir a quienes nos van a gobernar y las variables que ello pueda implicar.

La del domingo será el punto de partida hacia el futuro nuestro y de nuestras familias. 

Desde hoy jueves, las campañas políticas han, por fin, llegado a su fin. 

Después de 90 días de proselitismo para los cargos federales (Presidente, Diputados al Congreso de la Unión y Senadores) y 60 para los cargos locales (Gobernador, Diputados al Congreso del Estado y Presidentes Municipales), entramos a la etapa de la veda electoral, con la finalidad de analizar, reflexionar y repensar por quien votaremos el próximo domingo. 

Lamentablemente, las campañas en lugar de aclararnos cuales podrían ser los perfiles más competitivos y convenientes para que tomen las riendas del país, nos dejan más bien confundidos. 

Las descalificaciones, guerra sucia, ataques personales y la falta de propuestas han propiciado un ambiente incluso de tensión e incertidumbre, haciendo del ejercicio del voto un verdadero desafío.

Los cierres de campaña no representan sino una simple foto al escrutinio del ciudadano, pero mas allá de las aglomeraciones con o sin acarreados, lo que vale la pena valorar es el nivel de las propuestas hechas -si es que las hubo- para sacarnos del pantano político en el que nos encontramos. 

Si algo merece la pena destacar de este proceso de proselitismo es que con el paso de los años, la sociedad comenzó a ser más analítica y menos ingenua.

Los jóvenes han asumido un papel importante dentro de la democracia al ser críticos y no conformarse con el simple discurso vacío o con la guerra sucia, siempre estéril. 

Al final, es importante que comprendamos que nos estamos jugando el futuro de México y de Puebla.

Que más allá de las encuestas, es importante entender que es nuestro voto el que puede marcar la diferencia. 

Por eso la decisión que tomemos el domingo debe ser reflexiva, coherente y  responsable. 

Esperamos que la del domingo sea una jornada electoral donde podamos elegir con libertad y sensatez a quienes nos gobernarán y legislarán. 

Debemos asumir nuestra obligación cívica de salir a las urnas para expresar nuestra voluntad.

Seamos inteligentes al momento de emitir el sufragio, pensando en la importancia del equilibrio político y de preferencia, evitar votar por los partidos pequeños, a fin que sin registro, dejen de consumir recursos económicos que podrían destinarse a cosas verdaderamente importantes, en lugar de tirar el dinero a la basura. 

Lo que se avecina a partir del 2 de julio será determinante y no se vale después echarle la culpa a terceros cuando en nuestras manos tuvimos la decisión de elegir a quienes tomarán las riendas de nuestra comunidad. 

Después del domingo primero de julio esperamos que la clase política anteponga la unidad antes que intereses mezquinos y de cúpulas que lo que menos les importa es nuestro bienestar, sino que en una muestra de madurez y de compromiso, logren entender que necesitamos ver hacia adelante y nunca más hacia atrás.

Al final del día, es lo que a todos y todas nos conviene. 

Que sea lo mejor para Puebla y para México. 

@AlbertoRuedaE