Los dos únicos diputados ganadores de esta elección concurrente han regresado con la cara en alto al Congreso de Puebla y los perdedores lo hicieron “con la cola entre las patas” a excepción de uno que se mantiene firme en su intención respetar su licencia por tiempo indefinido.
El diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Aguilar Chedraui, a dos semanas de haber concluido la jornada electoral no ha mostrado indicios de querer volver a su curul para recuperar la coordinación de la bancada albiazul y cerrar la LIX Legislatura de Puebla.
A diferencia de sus compañeros que retornaron para cobrar dos meses y medio de sueldo que equivalen a alrededor de 140 mil pesos, Aguilar Chedraui, tiene mayor dignidad que otros legisladores como Mario Rincón González.
Hagamos un espacio para dedicarle un par de líneas a este diputado que dejó su curul para pelear una diputación federal y perder por segunda vez consecutiva puesto que su regreso argumentó para no dejar sin representación a su distrito.
Esto es contradictorio porque durante los meses de campaña se ausentó dejando su espacio vacío renovando su licencia menor a 30 días para impedir que su lugar lo ocupara nuevamente su suplente, Francisco Mota.
Ahora sí, con todo “el amor a su trabajo” retornó para cumplir con su labor legislativa que mientras persiguió-sin éxito-una curul en la Cámara de Diputados no le pasó por la cabeza que dejó abandonados a sus representados como lo hizo cuando se fue el gabinete estatal, pero bueno, esa es otra historia que en otra entrega abordaremos más a detalle.
Regresando con Aguilar Chedraui este legislador fue el primero que decidió dejar el cargo con una licencia por tiempo indefinido para que su suplente ocupara el cargo afirmando que en congruencia a su separación no dejaría sin representación a su distrito.
Ojalá sus compañeros que aguantaron hasta el último momento cobrando su sueldo antes de la elección como Maritza Marín Marcelo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hubieran tenido la dignidad de no regresar solamente a seguir viviendo del presupuesto.