@Alexas1

Últimamente, he leído y escuchado un sinfín de comentarios sobre si en realidad los fidget spinners, son una  opción para contrarrestar el estrés en los niños y sobre todo un aliado para los hiperactivos, sinceramente, me parece que es sólo un vil juguete que no ayuda en mucho a los estudiantes, al contrario, sólo los está volviendo dependientes de modas, creando en ellos la necesidad de tener el juguete de novedad porque medio salón de clases ya lo tiene. 

Para los que no conozcan este pequeño artefacto, se trata de un dispositivo que comúnmente tiene tres puntas con un centro giratorio cada una de ellas, rotando con gran velocidad sobre un eje que es sostenido con la mano; gracias a que tiene diversos colores e incluso detalles, permite que se perciban efectos visuales, e incluso los más sofisticados, brillaran en la oscuridad y su costo oscila desde los $50, hasta los $300 pesos o más. 

Ahora bien, cabe señalar que este juguete no es reciente, ya tiene varios años de haber sido inventado y efectivamente tenía la intención de ayudar a niños con problemas de atención e hiperactividad, sin embargo, de acuerdo con la Sociedad Española de Psiquiatría y el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, no existe ninguna evidencia de que este juguete ayude a los niños con TDAH, a pesar de las afirmaciones del marketing.

“Julie Schweitzer, psicóloga clínica de la Universidad de California en Davis, está inmersa en un estudio sobre el Fidget Spinner, y asegura que es demasiado pronto para saber si los dispositivos giratorios podrían dar resultados positivos.” 

Lo que si comenta es que con una muestra muy pequeña, algunos niños diagnosticados con TDAH si mejoraron en algunas pruebas de atención, pero aquellos niños sin diagnóstico, no mejoraron en su rendimiento, por todo ello, es que resulta incomprensible, que todos los niños en edad escolar quieran tener un juegue te este tipo, que lo único que está ocasionando es que se distraigan de sus actividades. 

Ya muchos docentes lo han dicho, tanto en redes sociales, como en corto con los padres de familia, que estos juguetes en lugar de ayudar a desarrollar el potencial del niño, se está volviendo en un distractor en el aula, que además propicia la competencia entre compañeros por tener el spinner más novedoso, o ser la persona que más trucos puede hacer con el mismo. 

Desde mi punto de vista, es un juguete más, que sólo se vuelve una moda y que poco aporta a los estudiantes, además me parece absurdo que lo queramos forzar, viendo el lado educativo o que promueva el desempeño de los alumnos cuando es sólo un juguete. Si el niño ya lo tiene, entonces que lo use fuera del aula, porque créame que no ayudará en mucho a que el niño verdaderamente se concentre en las cosas que pasen dentro del salón. 

Evitemos que nuestros niños desde edades muy cortas se vuelvan dependientes de modas, exhortémosles a buscar y usar otras alternativas más confiables, para verdaderamente potencializar el aprendizaje y el rendimiento escolar, como las artes, los juegos de mesa de secuencias, mindfulness, etc, que está comprobado sus beneficios. Mientras tanto, saquemos los spinners del aula, y dejemos despejados los sentidos, para seguir aprendiendo.