Además de presentarse padecimientos de las vías respiratorias, con la llegada de la temporada de frío también se ve afectada la salud de la piel, específicamente con la agudización o aparición de la dermatitis atópica con afectaciones principalmente en pequeños menores de cinco años, destacó la Dermatóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Puebla, Monserrat Ramales Montes.

Cabe mencionar que este padecimiento afecta a todas las razas y puede presentarse a cualquier edad, sin embargo, predomina en la infancia, siendo más frecuente en menores de 5 años de edad. 

La especialista explicó que la dermatitis atópica es la inflamación de la piel que no tiene una causa específica, se caracteriza porque la capa de la piel es muy porosa y con tendencia a estar  reseca  y se manifiesta como si tuvieran alergias sin que así lo sea, tienen placas de piel compuestas de piel roja y reseca y les da mucha comezón.

La Doctora Montserrat Ramales, señaló que estos pacientes por lo regular tienen antecedentes en la familia de asma, de rinitis alérgica o de conjuntivitis alérgica; así como a una historia personal o familiar de alergias por lo que destacó que es importante acudir en primera instancia con un médico familiar y, en caso de ser necesario, con un dermatólogo para tratar y evitar las complicaciones con la presencia de bajas temperaturas. 

Sentenció que en estos meses de frío es recomendable tomar las siguientes previsiones: Bañarse con agua tibia, no acudir al baño de vapor si se tiene esta enfermedad ya que deshidrata la piel, usar jabón hidratante; en el caso de los bebés ducharlos con esponja suave, aplicar crema en todo el cuerpo después del baño, no exponerse prolongadamente al sol y usar ropa con algodón.

La dermatitis atópica se presenta en tres fases: la primera en etapa lactante, durante los dos primeros meses de edad, predominando en mejillas y respetando el triángulo central de la cara, la segunda en etapa escolar, de los dos a los 12 años de edad y predomina en los pliegues, cuello, muñecas y párpados; y la tercera en la etapa adulta, se presenta después de los 13 años de edad con manifestaciones en superficies de flexión.